Consejo Educativo Del Pueblo Guaraní

viernes, 30 de septiembre de 2011

Celso Padilla: "Decidimos no defendernos. El gobierno quería que haya policías golpeados"

El presidente de la Asamblea del Pueblo Guaraní, Celso Padilla, conversó con la Fundación TIERRA y contó cómo vivió el momento de la intervención policial. El dirigente guaraní está golpeado, con un dolor incesante y, debido a ello, fue trasladado del hospital de Rurrenabaque a Santa Cruz.

Prueba de su estado de salud es un vendaje que le rodea la cintura, la pierna izquierda inmovilizada y un suero en el brazo. No obstante, el dolor no le resta las ganas de denunciar los hechos del fin de semana.

"El día domingo 25 de septiembre a las cinco de la tarde todos los marchistas estábamos en el campamento (de San Lorenzo). Quiero manifestar que de por medio había una nota dirigida a la marcha de parte del Gobierno que era una invitación para dialogar con una comisión de 20 personas. (La decisión de asistir a ese encuentro) estaba sujeta de una asamblea para ver si era posible trasladar o no a una comisión y ahí empezó la represión por parte de los policías y ya no se pudo hacer nada.

En ese momento de la gasificación había una instructiva de no responder a esas agresiones para evitar seguir el juego el Gobierno, lo que se ha hecho es simplemente replegarse. La mayoría de los marchistas estaba en el campamento, en la parte de atrás donde ya estábamos cercados, no se ha hecho ninguna resistencia porque ni siquiera teníamos piedras. En ese momento los policías empezaron acercarse.

Yo y otros dirigentes estábamos preparando una reunión para analizar la carta que nos llegó porque había una invitación para conformar una comisión de 20 personas, para el día domingo pero había la posibilidad de conformar esa comisión para el día siguiente en esos preparativos es cuando se da la gasificación, la gente ya estaba concentrada y así fue fácilmente gasificada.

Cuando me tomaron, y tomaron a los demás compañeros del campamento donde estábamos refugiados, nadie se ha escapado porque era más peligroso dispersarnos, hemos querido mantenernos todos reunidos, pero aún así ellos (los policías) atacaron brutalmente con palos con gases con patadas y puñetes ahí nos obligaron que nos tiremos al suelo y nos maltrataron.

No hubo ninguna resistencia de nosotros porque era preferible demostrarle al gobierno que no teníamos ninguna intención de enfrentamiento porque nuestra marcha era pacífica. Por eso es que no hay ningún policía golpeado, porque si nosotros hubiéramos querido por supuesto que iba haber policías mucho más dañados que nosotros porque lo merecían, pero no lo hemos querido hacer, además que la intención del gobierno era que haya bajas de policías tomarnos a las autoridades de la marcha y llevarnos a La Paz y descabezar la marcha por eso es que nosotros hemos aguantado toda la humillación.

Eran más de 100 policías y nos tenían emboscados y todos venían a golpearos libremente era bastante la presencia policial pero lo que yo sé es que algunos se dirigían directamente a mí. Había sospecha de que los mismos campesinos colonos estaban disfrazados de policías y ellos eran los más salvajes que golpeaban sin piedad a los marchistas.

Me dieron una paliza por los riñones por eso es que estoy inmóvil y me preocupa que acá (en el hospital de Rurrenabaque) no se ha podido saber qué tengo ni siquiera evitar el dolor es por eso que me están evacuando a Santa Cruz para saber cuál es el problema.

Después de la intervención, todos hemos sido conducidos a los buses, que ya estaban listos y enumerados del uno al siete sin contar las cinco camionetas que había en las que también algunos han sido llevados, porque éramos muchos.

Éramos llevados a Trinidad, pero en el camino se organizó un bloqueo por la población de San Borja para impedir que nosotros seamos trasladados a Trinidad de noche.

Los policías prefieren volver y vuelven de San Borja para ir a Yucumo, todos estábamos con las manos atadas viajando sin rumbo. A pesar que había muchos niños muchos heridos sin calmantes y sin atención médica porque estábamos como secuestrados.

Hemos viajado en la noche, tampoco no nos querían dar agua ni alimentos. Hemos llegado a las cuatro y media al aeropuerto de Rurrenabaque, más de cuatro horas después, a las 10 de la mañana bajamos de las mismas. Cuando llegó la orden del comandante diciendo que se tenían que trasladar primero a 40 personas hacia Trinidad. Nosotros decidimos no abordar los aviones porque no había garantías, no sabíamos dónde nos iban a llevar porque era una excusa Trinidad para cargarnos al avión cada uno de los marchistas y mandarlos sin rumbo.

Nosotros queríamos que nos lleven todos juntos. No quería entender el comandante, nos quería obligar a subir, ellos (los policías) decían que lo hacían por los niños por las mujeres. Nosotros nos quedamos en el piso como resistencia. Pero finalmente ellos estaban con el plan sí o sí de dispersarnos, mandarnos a cada uno a su origen pero nadie sabía si era cierto o no.

En eso llegaron los demás aviones y ahí se da la intervención del pueblo de Rurrenabaque en calidad de rescatistas porque ellos sabían que iba haber nuevamente una represión para subirnos a la fuerza. (Los pobladores) hacen la intervención, toman la pista, mientras que los policías hacen una gasificación. En eso a nosotros ya se nos dio la libertad gracias al apoyo de los tacanas, lecos y la población de Rurrenabaque.

Ahí hemos visto que los policías se han visto en problemas ellos y dejan que nos vayamos. Dejándonos a nuestra suerte. Pero quiero destacar el apoyo incondicional de los compañeros de este lugar para proveernos de todo lo necesario".

Fuente: Fundacion Tierra
29 septiembre, 2011 

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